En huelga

- Menos mal que la música ayuda. La culpa de todo la tiene el mundo y no me refiero a las personas, sino a la realidad del mundo. Algo pasa, algo está contaminando la felicidad de las personas, las ilusiones, las ganas de vivir y sobre todo,  ha transformado a los menos débiles. A los menos débiles… ¿y que va a pasar con los más débiles? ¿Están perdidos? Seguramente.

Y no es que este triste. Estoy decepcionada porque la realidad me ha dado en las narices varias veces pero no me quería dar cuenta: la realidad es odiosa. Pocas cosas te hacen sonreír y hasta las mejores personas se llevan lo más dañino. Eso no es justo. Nos hemos convertido en proyectos de personas felices no en personas felices. Somos un proyecto porque por más que lo intentamos nos llegan golpes por todas partes. Me niego a que se robe la sonrisa y la ilusión a la gente, me niego, me manifiesto en contra y reivindico un mundo mejor.

Estamos en crisis pero no es razón para que pase lo que pasa. Todos estamos en crisis personal. Voto por saltar, cantar y obligar a gritar en los peores momentos. ¿Y a quién se lo propongo, dónde y contra quien me enfrento? Eso si que es injusto que no pueda mirar directamente al causante de este desastre social. A veces somos culpables nosotros (lo admito) por ser demasiado humanos, demasiado racionales, (y la mayor parte de veces demasiado sentimentales). ¡No! Tenemos derecho a ser sentimentales, ilusionados, tener fe…

-     Mia en momentos de crisis la fe, la ilusión y los sentimientos no sirven para nada y causan problemas

-         Me niego a verlo así. ¡Me niego!

-         Yo también.

-         No, tú estás convencido de ello.

-         No me queda otra.

-         Yo no me rindo. Aviso 3: Me pongo en huelga con el mundo hasta que acabe con esto.